MICROCUENTOS ILUSTRADOS

En este apartado publicamos microcuentos ilustrados para público infantil de distintos autores e ilustradores invitados para la ocasión.



TRES FRASCOS

La primera vez que Julia fue a la playa le gustó tanto que corrió a por tres frascos para llevársela a casa. Llenó uno con arena, otro con agua de mar y el tercero con rayos de sol.
Un día, pasado algún tiempo, su padre tiró la arena al jardín y el agua por el lavabo y guardó los tres botes en el armario trastero, pensando que todos estaban vacíos. En un rincón del jardín apareció un frágil castillo de arena que se esfumó en el viento y por las cañerías de la casa se deslizó una ola cargada de diminutos peces. Pero el papá de Julia no lo vio, porque para entonces ya había vuelto a sus tareas.
El sol sigue aún guardado en el armario. Pero, no os preocupéis, que no caduca y se iluminará el día en que Julia o su padre necesiten un rayo de esperanza.

(c) Autora del texto, Gracia Iglesias (Escritora y dinamizadora cultural)
http://valsdeloselefantes.blogspot.com.es






(c) Ilustración de Azahara (Ilustradora)
http://www.zittrus.com/




ASALTO AL PODER


-Aquí X253
-X253, aquí Alfa Roja. ¿Me escuchas bien?
-Sí.
-Perfecto. Habla lo más bajo que puedas, que es mejor.
-OK.
-El asalto será dentro de diez minutos. Cuando oigas salir a la chica, te cuelas sin ser visto y robas el manuscrito.
-¿Y si vuelve y me encuentra dentro?
-Yo la entretendré. Tienes que intentar que no se note que has estado por ahí.
-No dejaré ni rastro.
-Con él en nuestras manos tendremos todo el poder sobre ella…
-¡Corto la comunicación! ¡Alguien está tirando del hilo!

-¡Mamáaaaaa! He vuelto a pillar a los gemelos hablando por teléfono con los yogures. ¡Me quieren quitar mi diario!

(c) Autora del texto, Irene Aparici (Escritora)
http://efectoluminoso.blogspot.com.es/






(c) Ilustración de Beatriz Hernández (Artista plástica)
http://beatrizhdezhdez.tumblr.com/






EXPOSICIÓN

Paseaba despacio por la exposición de pintura, contemplando brevemente cada cuadro. De pronto se detuvo fascinado: aquella imagen sí, aquello era verdadero arte: los colores, las texturas, los juegos de luz y sombra. Permaneció allí, absorto, no supo cuánto tiempo, disfrutando cada detalle. Al fin, un conserje le tocó suavemente un hombro: era la hora de cerrar. Así que dejó de mirar por la ventana y se dirigió hacia la salida.


(c) Autor del texto, Antonio J. Sánchez (Poeta)
http://balancedesituacion.blogspot.com.es/







(c) Ilustración de Virginia Bersabé (Ilustradora)
http://virginiabersabe.blogspot.com.es/




AL DÍA SIGUIENTE

Intenté alargar el dedo gordo del pie un poco, pero no alcanzaba. Estiré entonces el pie todo lo que pude y sí, ahora sí lo sentía: primero las sábanas algo calientes, luego su respiración pausada y al fin una patita peluda, su hocico húmedo. Sonreí, no había sido un sueño: los Reyes Magos me habían traído a Pipo.


 (c) Autora del texto, Carmen Ramos (Escritora)
http://poliedroautodual.blogspot.com.es/






(c) Ilustración de Josep M. Juli García -Julilustrador- (Ilustrador)
http://julilustrador.blogspot.com.es/




EL ABUELO DE LIN CHU

Lin Chu iba encaramado en aquel buey tirado por su abuelo. ¡Se le veía tan pequeño sobre aquel enorme animal! Y es que solo tenía cuatro años, pero siempre acompañaba a su abuelo al arrozal.

Jugaba junto a la acequia y esos extraños peces que nadaban sin rumbo fijo le atraían tanto que los miraba largo rato. Su abuelo le contaba historias increíbles sobre peces viajeros que llegaban de otras tierras y traían ideas extrañas.

- ¡Ay, abuelo, ya me estás engañando otra vez!

¡Cómo se divertía Lin Chu con su abuelo!

Pero un día, el abuelo no se levantó para ir al arrozal. Lin Chu estaba muy triste, pero alegre a la vez. Estaba triste porque no volvería a ir a lomos de ese buey tirado por su abuelo; pero estaba contento porque el abuelo había iniciado un viaje como esos que le contaba en sus historias.


- Hasta pronto, abuelo.

(c) Autora del texto, Amalia Martínez Céspedes (Traductora profesional)






(c) Ilustración de Cha Coco (Ilustradora)
http://pccoco.wix.com/chacoco



LA TIZA INDELEBLE


Rafael y su mejor amigo estaban petrificados mirando el suelo de la calle mojada. Una repentina tormenta de verano había interrumpido los juegos al aire libre de todos los niños que allí se congregaban y de los cuales sólo quedaba un zapato olvidado y dos piedras que hacían de portería.

Rafael y Rafael -¡por compartirlo todo, compartían hasta el nombre!- no querían creer lo que sus ojos les mostraban. Como cada tarde tras la película de indios y vaqueros, bajaron emocionados a dibujar con tiza sobre el suelo a un valiente cowboy a lomos de su caballo. Éste solía quedar emborronado por las pisadas de los vecinos y peatones, pero hoy... ¡debería haber desaparecido instantáneamente con la intensa lluvia!

Y sin embargo, ahí estaba intacto el dibujo del vaquero, orgulloso de haber esquivado cada una de las gotas lanzadas desde el lejano cielo y diciéndole con voz grave a los dos chiquillos boquiabiertos: "Se creían estos Cherokees que me iban a alcanzar con sus flechas".


(c) Texto e ilustración de Alberto J. Fuentes (Escritor, ilustrador y bibliotecario)






LA LIBERTAD

A la de una…, a la de dos… y a la de… ¡TRES!

Cerró los ojos y se lanzó. En cuanto sus piececitos tocaron el agua el miedo se disolvió en un remolino de burbujas y comenzó a nadar feliz y completamente libre como un pequeño pez. ¿Los manguitos? Bueno, ese es un detalle sin importancia. ¿Acaso los pececitos no usarían ruedines si aprendieran a andar en bicicleta?


(c) Autora del texto, Gracia Iglesias (Escritora y dinamizadora cultural)
http://valsdeloselefantes.blogspot.com.es




(c) Ilustración de Antonio Montero (Ilustrador)




HOLA, LUNA


Todas las noches hablo con la Luna… ¿Que no os lo creéis? Hombre, ya sé que la Luna no habla como nosotros, pero ella habla cuando hace guiños con su ojo de luz. Y yo la entiendo. Que sí… Si no, probad vosotros, ya veréis.
   Hablamos de un montón de cosas.  ¿A que no sabéis qué me preguntó la otra noche, enfadada al máximo? Me preguntó, que por qué se morían de hambre tantos niños y niñas en nuestro planeta Tierra y qué es lo que habría que hacer para que no se murieran.

   ¿Qué le dije yo?... No pude decirle nada, porque me quedé afónico de tanto cantar en mi cumpleaños. Pero, eso sí, le prometí a mi amiga la Luna que vosotros contestaríais a su pregunta. Así que, a ver listillos, a ver quiénes son los que saben contestar a la Luna.


(c) Autor del texto, J. J. Conde (Escritor, letrista y articulista)





(c) Ilustración de Pokara (Ilustradora y diseñadora gráfica)




SoñaDORA
(Autorretrato)

Dora era una niña que se pasaba los días soñando. Todo iba bien hasta que empezó a soñar también por las noches. Al poco tiempo, se fue al cielo. Concretamente, a las nubes. Y allí sigue, soñando de día y de noche ininterrumpidamente, y, de vez en cuando –solo de vez en cuando–, vuelve en sí para echar un sueñecito.


(c) Autora del texto, Mar Pavón (Escritora)




(c) Ilustración de Yeray Sánchez (Diseñador y Dj)
ttps://soundcloud.com/djyeraysanchez





LOS GRININS

Los grinins son unos seres que viven en el espacio que hay entre el asfalto y la tierra. Son minúsculos, tienen pequeñas orejas picudas en la cabeza, una cola en espiral, unos ojitos pequeños a los lados de la cara y un cuerpo tan flexible como un chicle. Viven en un lugar en el que se quedan los pétalos marchitos, las hojas secas y las cáscaras de pipa que les sirven como cama. Hacen diminutos agujeros en el asfalto para que entre la luz del día y la noche. Los grinins no comen porque no lo necesitan, con respirar ya es suficiente para ellos porque el aire les alimenta. Salen al exterior por cualquier gruta. Caminan tranquilamente por el asfalto y siempre están en el suelo, por eso sólo los pueden ver las niñas, los niños, los gatos, los perros y algún adulto cuando tropieza.




(c) Texto e ilustración de Laura Chicote (Ilustradora y escritora)
http://laurachicoteblog.blogspot.com.es/




BRUNO

Llevaba poco tiempo viviendo allí. Sus vecinos eran buenas personas, gente educada, sana y que acudían cuando otros tenían problemas y se les llamaba.

   El sólo daba una vuelta al parque de vez en cuando, por si hubiera algún intruso. También quería sentirse útil.

   Normalmente era un sitio tranquilo y todos comentaban cómo iba su equipo favorito, o la última película que habían visto. Pero a veces el silbido le sobresaltaba y todos se ponían manos a la obra, cogían su equipo de trabajo, salían corriendo al camión e iban dando la nota allá por donde pasaban.


   Sus principales herramientas eran la espuma y el agua, por eso no iba con ellos, todo el mundo sabe que los gatos odian el agua. ¿Qué sentido tiene un gato bombero?


(c) Autora del texto, Pilar Díaz Antolín (Psicóloga)




(c) Ilustración de Teresa Coll Sanmartín (Ilustradora)
www.teresacollsanmartin-ilustradora.blogspot.com